martes, 13 de septiembre de 2011

La Negra Tomasa.

Desde niño, cuando mi padre era lo suficientemente benevolente para ponerme sus discos de rock, escuchaba con mucha emoción ese compilado de éxitos de Caifanes, el cual me dio entre otras mis primeros conceptos de lo  que significaba ser mexicano. De todos sus temas, había uno que despertaba una pasión bastante particular en mi minúsculo cuerpecito de infante recatado: La Negra Tomasa. De ahí a que ahora amé desmedidamente a todas las personas de color; su aspecto y cultura. 

Ahora ubiquémonos en el presente, Septiembre 2011, y preguntémonos como es que en este mundo globalizado y “liberal” puedan existir aún muestras de racismo descomunales y lo peor, de minorías que deberíamos apoyar a los derechos sociales de otras minorías.

El certamen de Miss Universo, como ya es costumbre, es criticado excesivamente por aquellos intelectuales y luchadores de los derechos de la mujer. La concursante de Angola resultó victoriosa, después de una incansable batalla con otras tantas mujeres que ostentaban la máxima presea del evento.

 Ahora bien, entiendo perfectamente que ganar un concurso de éste tipo no significaría un gran honor y sí, Angola no recibirá absolutamente nada del título, además estoy de acuerdo en que se trata de un movimiento hipócrita y planeado para desviar la atención de los verdaderos problemas políticos y sociales en aquel país. Pero nada de eso justifica todos los insulsos comentarios que se desencadenaron anoche en todas las redes sociales.

Me enferma lo poco se ponen a pensar en la dignidad de esa pobre fémina que, sí bien no realiza ninguna actividad relevante para la humanidad, debe ser respetada por su posición de mujer y ser humano. Pónganse a reflexionar un poco ¿Qué habrán dicho las otras naciones de la ganadora del año pasado? Su condición de latina seguramente la habrá hecho blanco de cientos burlas y comentarios irónicos que no sólo  la dejan mal parada a ella sino a toda la “raza”.

Digan lo que digan, la mujer es hermosa y ya quisieran muchos poder estar con ella o, si son mujeres, parecerse a ella. Sólo me resta decir, así como canta Saúl Hernández, "esa negrita linda, que me tiene loco".




Por favor, la próxima vez que se encuentren en una situación similar, midan sus palabra o tweets, pues la próxima va contra ustedes.

Perdón por dejar de lado mi yo poético, pero estaba enojado. 

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